«Figli del Vento»: historias de crueldad, amor y esperanza.

por Isabel de Estrada

Partia para Italia y Alejandra Peralta, fundadora de “Adopta un galgo en Argentina” me pregunto: Leiste “Figli del Vento”?  Le respondi que no. Sin dudar un minuto me recomendó hacerlo y me contacto con Roberta Mombelloni, su autora.

Ni bien llegue , me puse en contacto con ella y hablamos mucho sobre el problema de los galgos en el mundo… He aquí la historia de Roberta y su amor por estos esplendidos animales.  Recibida  en literatura antigua en la Universidad de Genova, Italia, Roberta vivia con su familia  y sus dos minúsculas levrieras italianas “Quisquiglia “ y “Jody” y trabajaba  como maestra en Valle dAosta, al norte norte de ese pais adonde los inviernos se hacen largos y crudos y la naturaleza es de una belleza única.   Un dia, desde la pantalla de su computadora,  los ojos color miel de un galgo rescatado del mundo de las carreras, en Irlanda, la subyugaron. El 15 de Diciembre del 2007, Roberta se encuentra por primera vez con Bryce, salvado  por un grupo de voluntarios en condiciones deplorables después de haber pasado su vida de  una jaula a otra sin jamas recibir las condiciones minimas de atención, nutrición y afecto y finalmente abandonado en un pequeño recinto en la oscuridad en medio de sus propios excrementos. “El dia era similar a este, un tiempo inclemente que duraba desde hacia algunos días, al menos desde que el había partido para afrontar el viaje que desde Irlanda lo llevaría hasta Italia. El furgón recorria los últimos kilómetros que nos separaban de el en medio a la tormenta de nieve. Tenia sentimientos encontrados: felicidad, porque el momento que tanto había esperado había llegado, ansias, porque temia las consecuencias de ese largo viaje en pésimas condiciones climáticas poco adaptas para un cuerpo que ya había sufrido tanto. Finalmente lo vi, encerrado en una jaula de hierro como todos sus compañeros. Levante la mirada y encontré la suya, dos grandes ojos oscuros, repletos de miedo pero también de dignidad, dos ojos que intentaban comprender. Su cuerpo tenso y rigido lentamente se relajo y lo sentí apoyarse a mi en un gesto que comunicaba confianza y una desesperada necesidad de amor.” Estas son las palabas con las que Roberta comienza la historia de Bryce (Balou) que se entrelazan con la historia de otros galgos (entre ellos el padre y la madre de Balou) victimas de la crueldad humana y del amor, con la misma intensidad. Este libro relata la historia de  Bryce, Venus, Kyowa, Never, Jimena y Tiny, seis  hijos del viento salvados por corazones caritativos de manos crueles. Cualquiera que haya tenido la maravillosa experiencia de compartir su vida con un galgo, comprenderá, se emocionara, alegrara y conmoverá hasta las lagrimas ante cada una de las palabras de la autora. Todos aquellos que  aun  no han tenido esa suerte, comprenderán el sentimiento, universal, y probablemente luego de cerrar el libro  se decidirán a rescatar algunos de los miles que deambulan sin rumbo por nuestro país.