El emotivo rescate de “Petro”, el perro cubierto de brea.

El lunes por la tarde Miguel salió de su casa a comprar con un amigo hasta que se cruzó con algo que no esperaba. Ahí estaba Petro, un perro bañado en brea, casi inmóvil. “Lo primero que pensé fue lavarlo, pero el agua endurecía aún más la brea” expresó el joven de 17 años. Inmediatamente pidió ayuda a la policía que lo traslado a un centro de zoonosis de Lanús. Allí lo recibieron los voluntarios que durante más de cinco trabajaron para quitarle el material que cubría su pelaje.

Compraron un arsenal de productos, miraron tutoriales, probaron con todo lo que estaba a su alcance hasta que finalmente la brea empezó a aflojar con un poco de aceite. Con la ayuda de espátulas y luego de unas horas lograron sacar el treinta porciento de la sustancia viscosa de color negro.

Fueron casi cinco horas de limpiar sin parar, se cambiaban los guardapolvos, y luego del aceite llegó el detergente, y ahí les volvió el alma al cuerpo. Cada uno de los voluntarios se dedicó a una parte del cuerpo de Petro, orejas, fosas nasales y hasta la boca. No fue una tarea fácil, ya habían estado frente a un caso parecido pero no tan extremo como este.

La evolución del perro es buena pero continuará en observación hasta que esté completamente recuperado. Nadie sabe cómo sucedió esto, lo único que todos los voluntarios quieren es que Petro consiga una familia que brinde todo el amor que se merece.

Por Jesica Rojas.