El encantador de animales

Nehuen vive en Trelew, provincia del Chubut, tiene 14 años y a pesar de todas las vicisitudes que tuvo en la vida sigue adelante junto a sus padres y sus tres perros: Luna, Zulu y Ken.

Por: Guadalupe Santomé Osuna

Nehuen llegó a este mundo con algunos traspiés: cuando nació le diagnosticaron un problema neurológico que lo obligó a pasar varios meses en el hospital junto a su familia. Es hijo único por parte de su mamá Daniela, quien lucha incansablemente para que Nehuen tenga una vida mejor. Ella y su esposo decidieron incorporar a la familia a una perra llamada Luna cuando el niño tenía apenas tres años, sin saber que pronto se convertiría en un verdadero encantador de animales.

Luna fue fundamental para la rehabilitación de Nehuen, le enseñó que la compañía, el juego y sobre todo el cariño son más importantes que cualquier diagnóstico desfavorable. El niño que antes era reacio a las caricias, se convirtió en el líder de una manda que hoy considera como sus pares, como los que siempre estarán ahí para él.

“Luna prácticamente crió a Nehuén, cuando yo lo retaba por algo ella lo defendía, incluso no quería que le ate los cordones”, recuerda Daniela cuando le preguntan cuál es la relación que su hijo tiene con su perra. Por otra parte, Nehuen (que es muy observador), no deja de lado que tiene dos perros más y que aunque Luna es su predilecta, Zulu y Ken, también son importantes. “Luna tiene diez años, es vieja y camina muy lento. Zulu es el hijo de Luna, él fue el único que vivió porque cuando Luna tuvo los bebés la envenenaron… yo estaba muy preocupado por ellos. A Ken se lo regalamos a mi mamá por su cumpleaños, ya va a cumplir cinco meses y él está más tiempo con mi papá”, dice el niño.

Con una gran dedicación, Nehuen reparte su vida en dos ejes fundamentales: el colegio y sus mascotas. Tanto es el amor que tiene con sus perros, que no se pierde ni una consulta con el veterinario, ni tampoco pierde de vista cual es la historia de cada uno: él sabe cómo se comportan, que cuidados necesitan, que comidas pueden comer, si les gusta o no el agua y hasta la fecha de cumpleaños.

“Él tiene un contacto con los animales que no lo vi en otra gente, ni siquiera en mis sobrinos. Por ejemplo, hay una vecina que tiene tres gatas siamesas que son malas, histéricas, incluso con su dueña… pero cuando Nehuen baja del auto las gatas van a recibirlo y es algo que sorprende porque ellas no son así con los chicos. Tiene una conexión muy fuerte con los animales”, relata Daniela.

Nehuen no solo encanta a los perros sino a todo tipo de animales: los caballos, reptiles, gatos y hasta los caracoles no pueden resistirse a su encanto y fuerza natural. Todos se acercan a interactuar con él y a generar nuevos vínculos.

El amor que sus padres le transmitieron de pequeño, se refleja por el cuidado y cariño que este gran luchador tiene con sus animales. Este amor es el resultante de una historia inspiradora entre un niño y sus perros, una historia que una vez más, demuestra que los animales son quienes rehabilitan y guían a los humanos hacia una vida más feliz.