Como perros y gatos

Si tenes un perro y estás pensando en sumar un nuevo miembro felino a la familia este artículo es para vos.

 

Advertencia previa

Antes que nada es importante estar seguros que el perro que vive actualmente en el hogar sea sociable con otros animales. Que principalmente no le llamen especial atención los gatos en la calle y quiera correrlos, o lo haya hecho durante mucho tiempo. En caso que el perro que tengamos no estemos seguros que sea sociable con gatos o no lo sea directamente no es una misión imposible, pero debemos tener en cuenta que hay trabajo que hacer antes de sumar el nuevo miembro al hogar. Debemos en ese caso ponernos en contacto con un especialista en comportamiento canino que pueda ayudarnos a sociabilizar a nuestro perro. Si nuestro perro es muy excitable, excesivamente sociable o muy ansioso y no tenemos control sobre sus comportamientos también sugerimos acompañar este proceso con un profesional. En general siempre sugerimos a la hora de sumar un miembro más al hogar que el comportamiento de los perros o el perro que viva ya allá este estabilizado, que tenga un buen vínculo con el dueño y que su comportamiento sea equilibrado. Esto reducirá la posibilidad de que surjan muchos inconvenientes con la llegada del nuevo integrante que copie malos hábitos de los otros con los que conviva y potenciara la posibilidad de una adaptación adecuada al nuevo hogar.

Consejos para adaptarlos a la convivencia juntos

Al llegar el gato reservarle un espacio de la casa, puede ser una habitación chica donde no tenga acceso el perro. También pueden usarse espacios de altura, como estantes vacíos que el gato pueda trepar en caso de sentir necesidad de alejarse, pero el perro no pueda subir. Deja puesta la correa al perro durante los primeros encuentros, los gatos se pueden sensibilizar más rápido que los perros y es aconsejable evitar que le salte o quiera jugar bruto y el gato se asuste. Para esto la correa puede ser de gran utilidad. Reservale al gato un lugar alejado y preferentemente en altura para poder comer y un lugar para ir al baño al cual no tenga acceso tu perrito. Si tu perro responde bien a ordenes de obediencia podes utilizar premios para que se quede sentado y quieto o acostado y quieto en los primeros encuentros permitiendo al gatito explorar. Podes también premiar al gato por aproximarse adecuadamente a tu perro, recordá mantener la correa accesible por cualquier movimiento brusco del perro. Los primeros días no los dejes solos en ningún momento que no puedas vigilarlos. Si tenes que salir dejá al gatito en la habitación donde tiene su baño y su comida y que el perro no pueda acceder.

Lograr que un perro y un gato se lleven bien no es tan difícil como parece y pueden incluso llegar a ser grandes amigos, pero esto dependerá de cuan sociables sean ambos, y de cómo manejes sus primeros encuentros. Recordá que una herramienta importante y muy útil es consultar a un Adiestrador especialista en comportamiento para que te ayude a integrarlos. Arrancar con el pié derecho es lo más importante. Que ambos tengan una buena presentación, ayudalos y serán super-amigos!